sábado, 22 de febrero de 2014

"Corridor dinner"

O en castellano "cena de pasillo". Es probable que más adelante (en función del tiempo del que disponga o de las ganas que tenga), escriba algo sobre cómo es la residencia universitaria en la que me hallo. Pero resumiendo, podemos decir que se organiza en una serie de bloques de 5 alturas donde se ubican cientos de habitaciones. Cada una de las plantas de los bloques cuenta con una gran cocina que es común para todo el piso.

Esta cocina es un punto de encuentro para todos, donde a la hora de la comida o de la cena siempre encontrarás gente entre el ruido de los fogones o el de las campanas extractoras. Además, las cocinas cuentan con una gran mesa central para comer o tomar tranquilamente un café mientras charlas con quien en ese momento pulule por allí.

En ciertas ocasiones y dependiendo de la simpatía de los inquilinos que habiten la planta, se pueden llegar a organizar eventos para toda la gente que viva allí. Y afortunadamente, esto es algo que ocurre en el segundo piso del bloque de Gottingen (en el cuál resido).

Para ejecutar con éxito una "corridor dinner" se necesitan 3 elementos principales:
  1. Iniciativa. Generalmente  corre a cargo de Olivia, la chica británica del segundo piso de Gottingen. 
  2. Gente animada. Esto no supone ningún problema, pues somos muchos quienes acudimos al evento con ganas de probar cosas nuevas y pasar un buen rato en compañía.
  3. Conocimientos culinarios básicos. Para cada corridor dinner nos organizamos en grupos por nacionalidades: españoles, italianos, franceses,... y cada grupo cocina una especialidad típica de su país. Como muestra un botón:
Tortilla y pan tumaca (pa amb tomàquet) 
elaborados por la Spanish crew 
para una corridor dinner

Juntando estos tres elementos a un horario europeo (que suele rondar las 19:00 o 19:30), tenemos lista nuestra cena de pasillo. Es tan grande la fama que ha alcanzado el evento que hasta la inmensa cocina se queda pequeña.
Imagen tomada en la última corridor dinner 
donde se batió el record de mesas unidas 
en la cocina: 4 en total, donde lo normal son 2.

Sinceramente he perdido la cuenta del número de veces que hemos organizado una corridor dinner, pero puedo asegurar que en cada una de ellas he probado cosas deliciosas de distintos países y culturas (cuscus, curry,...). Esto es posible gracias a la diversidad cultural que se sienta en la mesa en cada una de estas cenas y que en ocasiones hace sinónimos los términos "corridor dinner" e "international dinner":
Tercera corridor dinner del primer semestre
Primera corridor diner del segundo semestre.
Caras nuevas y alguna repetida

Y con este sencillo gesto tan ancestral de sentarse unos en frente de otros con un plato y un vaso entre medias una de las mejores maneras de pasar un rato ameno y alegre conociendo un poquito más de mundo sin moverse de la silla.

Concluyo diciendo que no siempre tienen lugar estas cenas en la cocina del segundo piso de Gottingen. La despedida de nuestros compañeros del primer semestre se hizo en el famoso restaurante Amadeus, donde por 20€ puedes disponer de "barra libre" de costillas de cerdo y patatas asadas:
Imagen tomada en el Amadeus después de repetir entre
3 y 4 costillares de cerdo por cabeza

Me despido hasta la próxima entrada de mi blog con una imagen de los postres que pudimos degustar en la última corridor dinner que tuvo lugar el pasado martes. Para endulzaros la vista:
Macedonia de fruta, brownie de chocolate, tarta de chocolate,
tiramisú, algo parecido a un buñuelo y tarta amarilla de
composición desconocida pero que estaba buena.

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