lunes, 24 de febrero de 2014

Navidad

Sé que estamos casi a finales de febrero, pero la falta de tiempo (y por qué no decirlo, también de ganas) me han retrasado a la hora de escribir estas líneas. Y si decido escribirlas a estas alturas es porque para mí es algo que mereció la pena.

Árbol de Navidad elaborado donde 
se encuentra escrita la frase
"Feliz Navdid" en cada uno de los idiomas
de las personas que viven en la planta.
Hablamos de la Navidad. Puede que no sea la fecha más señalada del calendario cristiano, pero sin duda es la celebración que a más gente mueve ya sea por su verdadero significado o por las luces y escaparates decorados que tanto animan a salir a la calle.

En todas las culturas, con sus pequeñas peculiaridades, se celebra la Navidad. Demasiado esfuerzo me ha costado explicar a mis compañeros europeos que en España los regalos se reciben el día 6 de enero a cargo de los Reyes Magos. Aunque paradójicamente, también me costó entender que en Bélgica los regalos los recibían de manos de San Nicolás el día 5 de diciembre. Y continuando con los aspectos más paganos de estas fiestas, me gustaría contaros cómo se vivieron aquí.

Con mucha ilusión. Se hacía extraño ver la falta de decoración navideña en la residencia, así que esa ilusión a la que ya he hecho mención sirvió para que entre todos pusiéramos nuestro granito de arena para caldear el ambiente.

Cristales decorados con textos y
estrellas de papel hechas por las
personas de la planta
Cómo no, no podía faltar una corridor dinner versión navideña. Ni un árbol de navidad con sus luces. Ni guitarras ni flautas para amenizar las noches. Hasta en los cristales se podían leer mensajes que hacían de la residencia algo más acogedor por esas fechas tan señaladas. 

Papel, tijeras y rotuladores hicieron el resto. De la habitual sobriedad pasamos al más cálido de los ambientes. ¿Qué tipo de personas dedicarían tantas horas a esto? Sólo un grupo de locos...

Corridor dinner christmas version
Al contrario que muchos de mis compañeros, yo como el turrón, volví a casa por Navidad. En cambio, los que se quedaron, vivieron una experiencia inolvidable.

Árbol de Navidad comprado por las
personas de la planta
Ambiente navideño

sábado, 22 de febrero de 2014

"Corridor dinner"

O en castellano "cena de pasillo". Es probable que más adelante (en función del tiempo del que disponga o de las ganas que tenga), escriba algo sobre cómo es la residencia universitaria en la que me hallo. Pero resumiendo, podemos decir que se organiza en una serie de bloques de 5 alturas donde se ubican cientos de habitaciones. Cada una de las plantas de los bloques cuenta con una gran cocina que es común para todo el piso.

Esta cocina es un punto de encuentro para todos, donde a la hora de la comida o de la cena siempre encontrarás gente entre el ruido de los fogones o el de las campanas extractoras. Además, las cocinas cuentan con una gran mesa central para comer o tomar tranquilamente un café mientras charlas con quien en ese momento pulule por allí.

En ciertas ocasiones y dependiendo de la simpatía de los inquilinos que habiten la planta, se pueden llegar a organizar eventos para toda la gente que viva allí. Y afortunadamente, esto es algo que ocurre en el segundo piso del bloque de Gottingen (en el cuál resido).

Para ejecutar con éxito una "corridor dinner" se necesitan 3 elementos principales:
  1. Iniciativa. Generalmente  corre a cargo de Olivia, la chica británica del segundo piso de Gottingen. 
  2. Gente animada. Esto no supone ningún problema, pues somos muchos quienes acudimos al evento con ganas de probar cosas nuevas y pasar un buen rato en compañía.
  3. Conocimientos culinarios básicos. Para cada corridor dinner nos organizamos en grupos por nacionalidades: españoles, italianos, franceses,... y cada grupo cocina una especialidad típica de su país. Como muestra un botón:
Tortilla y pan tumaca (pa amb tomàquet) 
elaborados por la Spanish crew 
para una corridor dinner

Juntando estos tres elementos a un horario europeo (que suele rondar las 19:00 o 19:30), tenemos lista nuestra cena de pasillo. Es tan grande la fama que ha alcanzado el evento que hasta la inmensa cocina se queda pequeña.
Imagen tomada en la última corridor dinner 
donde se batió el record de mesas unidas 
en la cocina: 4 en total, donde lo normal son 2.

Sinceramente he perdido la cuenta del número de veces que hemos organizado una corridor dinner, pero puedo asegurar que en cada una de ellas he probado cosas deliciosas de distintos países y culturas (cuscus, curry,...). Esto es posible gracias a la diversidad cultural que se sienta en la mesa en cada una de estas cenas y que en ocasiones hace sinónimos los términos "corridor dinner" e "international dinner":
Tercera corridor dinner del primer semestre
Primera corridor diner del segundo semestre.
Caras nuevas y alguna repetida

Y con este sencillo gesto tan ancestral de sentarse unos en frente de otros con un plato y un vaso entre medias una de las mejores maneras de pasar un rato ameno y alegre conociendo un poquito más de mundo sin moverse de la silla.

Concluyo diciendo que no siempre tienen lugar estas cenas en la cocina del segundo piso de Gottingen. La despedida de nuestros compañeros del primer semestre se hizo en el famoso restaurante Amadeus, donde por 20€ puedes disponer de "barra libre" de costillas de cerdo y patatas asadas:
Imagen tomada en el Amadeus después de repetir entre
3 y 4 costillares de cerdo por cabeza

Me despido hasta la próxima entrada de mi blog con una imagen de los postres que pudimos degustar en la última corridor dinner que tuvo lugar el pasado martes. Para endulzaros la vista:
Macedonia de fruta, brownie de chocolate, tarta de chocolate,
tiramisú, algo parecido a un buñuelo y tarta amarilla de
composición desconocida pero que estaba buena.